Tatán descubrió su pasión por el motocross gracias a un amigo del colegio. A sus 14 años, gracias a su insistencia, su padre le regaló su primera motocicleta y así inició un camino lleno de éxitos. Pedaladas, derrapes y giros lo llevaron hacia lo más alto del freestyle motocross en Colombia. No teme saltar al vacío y tomar riesgos, nuevos retos que lo impulsan a crecer día a día. “Saliendo de mi propia burbuja y compitiendo contra mi peor enemigo… yo”.